Los baremos sirven para clasificar, por el método de la exclusión. Algo pertenece a una categoría porque no puede pertenecer a las demás. Tienen además la peculiaridad de ser entendidos como niveles, lo que incluye los conceptos de “superior” e “inferior”. Es decir, “más” y “menos”.
Para establecer la comparación, es necesario al menos otro sujeto con el que hallar la diferencia. Incluso, si se disponen de suficientes sujetos, se establecen medias, medianas, modas y mesetas, y se llega a decir de algo que es grande, como si esto fuera un valor absoluto.
Un piano del tamaño de una casa sería considerado un piano grande, pero nadie diría de una casa que es grande sólo porque sea mayor que un piano.
El ego funciona un poco así. Uno se considera algo, cuando es lo bastante algo comparado con los demás egos de los que tiene referencia.
