Iñaki C. nazabal

en cada esquina un maestro 31

No esperes a que te toque el turno de hablar, escvucha de veras y serás diferente. Charles Chaplin

Soy un tipo que gusta de participar en improvisadas (a veces no tanto) tertulias*, de esas que pasan de lo humano a lo divino, y viceversa, con notable facilidad, al que no le gusta interrumpir (ni que le interrumpan, pero ese es otro cantar).
Se da la circunstancia de que tengo un rostro muy expresivo, y no necesito alzar la mano para que, tarde o temprano, alguien comente
-Juanjutxin tiene algo que decir..

Pues bien. La mayoría de las veces, lo que digo, después de haber escuchado los diferentes puntos de vista y opiniones, difiere bastante de lo que tenía pensado comentar cuando mi expresividad me ha delatado (algunas veces, incluso, digo "lo que iba a decir ya lo ha dicho éste, y además mejor de lo que lo iba a decir yo").
De hecho, cuando no es así me siento frustrado, y me voy con la sensación de haber querido convencer a los demás de mi parecer, algo que normalmente se hace sólo para reafirmarse, algo innecesario cuando uno está lo bastante seguro.

*Una tertulia es un grupo de gente conversando amigablemente sobre uno o varios temas, aportando todos ellos, quizá sin más intención que pasar un rato más que agradable. Nada que ver con esos espectáculos radiofónicos o televisivos donde lo que se busca es, en el peor de los casos, manipular la opinión del espectador; o, en el mejor, hacer mucho ruido. Quien haya asistido a la grabación de un espacio de esta índole, habrá podido comprobar cómo el supuesto moderador, en los intermedios, arenga a los participantes a que "echen más carne en el asador", se interrumpan, e incluso se falten el respeto.
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