Los castigos no son suficientes para cambiar las costumbres. Sólo la influencia espiritual es válida. Lao Tsé
He observado una costumbre en el Norte; cuando un padre regaña a su hijo por soltar un taco, le dice
-Habla bien, hostia!
Así no. Si el padre no tiene costumbre de hablar mal, dar gritos, fumar, beber.. el hijo, de manera natural, no lo hará tampoco. Y si, por influencia externa, comienza a hacerlo, le será más fácil convencerle de su error.
Si tu hijo te ve leer con asiduidad, disfrutar de conversaciones, razonar y argumentar.. de manera natural se verá atraído por esas actitudes que tanto le aportarán. Luego le gustarán o no, pero ten por seguro que las probará. Y aunque las abandone (todos pasamos por etapas) quedarán en su inconsciente como algo gratificante. No olvides que eres su primer maestro, desde mucho antes de que sepa qué quiere decir la palabra.
Y recuerda:
Si el maestro habla de bondad y fe, pero actúa con insidia y rencor, el alumno será rencoroso.
Pero si el maestro, no importa de qué disciplina o asignatura, procede con honestidad y humildad, el alumno será humilde y honesto.
