Iñaki C. nazabal

en cada esquina un maestro 60

La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. François Mauriac

A primera vista, puede parecer lo contrario. Pero, si lo pensamos detenidamente.. Quien ha sufrido la muerte de un ser amado, sabe, porque lo siente así, que camina a su lado, no importa cuánto tiempo haya pasado de su fallecimiento. Incluso, puede hablar con él, consultarle en momentos de duda o debilidad. No es una fantasía, es real. Compartimos nuestras experiencias con la parte de esa persona que aún vive en nosotros. Que vivirá por siempre.
En cambio, un desencuentro, un enfado, un giro del destino.. sí pueden robarnos una persona, por querida que fuera, y alejarla hasta la indiferencia.
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