Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas. José Ortega y Gasset
Ya, seguro que un corrector de estilo habría tachado con su boli rojo una frase que tripite una palabra. Pero es precisamente parte de a lo que se refiere.. si el corrector hubiera aprendido a dudar del dogma de no repetir palabras, la leería hasta darse cuenta de que no había otra manera de decirlo.
Enseñar a un alumno a dudar, es obligarle a convencerse, y a buscar sus propios argumentos cuando él mismo quiera convertirse en maestro. Es empujarle a aprender por sí mismo. De esta manera, las enseñanzas calarán mucho más hondo en él que si simplemente las absorviera como verdades incuestionables (un loro, por más que su dueño se empeñe, no aprende a hablar, sólo repite sonidos que no sabe qué significado tienen).
