Cuando se anda sobre un precipicio o sobre una tabla estrecha es mucho más fácil caerse con miedo que sin él. Bertrand Russell
El miedo tiene la extraña capacidad de atraernos hacia él, lo que también supone distraernos de nuestro camino. Esta imagen tan gráfica (nadie con vértigo podría ser equilibrista), puede aplicarse a cualquier otro temor que nos bloquee o entorpezca; desde no ser admitidos en determinado círculo, a una discusión que creemos inevitable y luego vemos que no tenía razón de ser; desde lo que los técnicos llaman "fobias", al más nimio recelo.
Por eso es bueno conocer nuestros miedos, ser conscientes, y negociar con ellos su actitud. Está bien que nos aconsejen prudencia, pero no que coarten el desarrollo de nuestras capacidades.
