No concedas nunca
a nadie
el derecho a valorarte
en menos
de lo que en verdad vales.
Te niegan
para poder afirmarse.
Y si para poder afirmarse
necesitan negarte,
eso es, básicamente,
mentira.
Así que no brindes a nadie
nunca
el placer falso
de creerse más que tú.
Y si no lo haces por ti,
al menos,
hazlo por ellos.