Iñaki C. nazabal

VII

Construye tu futuro, sé feliz, yo te digo cómo. A veces, incluso, sin previo pago.

Tu realidad depende de ti, vive en positivo y atraerás positivismo, vive en la negación y atraerás sufrimiento.

Una y otra vez, el ser humano regresa a las pautas de conducta que lo conformaron como persona, en especial a las que le resultaron traumáticas.

Si vives pendiente de tus miedos, éstos se harán presentes tarde o temprano.

Bueno, podríamos seguir con sentencias parecidas por una eternidad. En todas ellas hay algo de verdad, pero ninguna es una verdad absoluta.

Lo mismo que la lotería no le toca al que más lo desea, un cáncer no ataca a quien más miedo le tiene.
Por más que uno lo desee, hay partes de nosotros que podemos cultivar y desarrollar, pero otras son inamovibles.
El ser humano tiene capacidad para abandonar las pautas esas, si lo sabré yo.
La vida tiene su parte de frustración. Cada cosa que es, implica que no es otra, quizá la que esperábamos que fuera.
No es malo ser consciente de los propios miedos, aunque sólo sea por evitarlos.

Quizá la clave para ser feliz, o al menos no vivir atormentado, sea mantener la actitud de aprendizaje ante lo que nos viene. Aprender a vislumbrar, incluso en aquello que nos provoca sufrimiento, las oportunidades que de otro modo no habríamos tenido.

Esa es la parte que nos toca crear, pues decidimos y actuamos en base a lo que interpretamos.. si nos recreamos en la parte trágica de la tragedia, nuestra vida será sólo pesar, incluso acabaremos buscando una parte de dolor en todo lo que nos suceda, para poder vivirlo sufriendo, pues será como hemos aprendido a vivir.

En cambio, a medida que aprendamos a buscar la parte amable de cada experiencia, conseguiremos encontrar cada vez más resquicios de luz en la oscuridad.

Incluso en algo tan oscuro como la pérdida de un ser amado, podremos hallar el reflejo de la luz que nos dio a compartir, y celebrar haberle conocido.. pues si no hubiera influído en nuestra vida, tampoco ahora nos afectaría su falta.
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