Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes. Khalil Gibran
Y viceversa, claro: las personas que se detienen en los defectos de los demás, por pequeños que éstos sean, a menudo no llegan a disfrutar de sus virtudes.
Lo curioso de esta actitud es que viene de una no aceptación de uno mismo. Por eso a este tipo de personas les es necesario buscar defectos en los demás (todos los tenemos, así que no les resulta difícil), para justificar ante sí los suyos que no soportan.
Cuando, en realidad, les costaría lo mismo fijarse en las virtudes ajenas y disfrutar de ellas, y quizá esto les ayudaría a valorar mejor las propias (digo yo, vamos).
Cuando, en realidad, les costaría lo mismo fijarse en las virtudes ajenas y disfrutar de ellas, y quizá esto les ayudaría a valorar mejor las propias (digo yo, vamos).
