No sabemos lo fuertes que somos hasta que ser fuertes es nuestra única opción. María Fargas
A veces nos dejamos abatir por pequeños problemas, y sollozamos sintiéndonos impotentes. La acumulación de circunstancias (los problemas sólo son eso, circunstancias) nos atasca, y nos impide ver más allá.
Y de pronto, una sacudida reclama toda nuestra atención, volviéndolo todo insignificante. Y es precisamente este golpe duro, potente, tanto que debería desesperanzarnos, el que nos hace reaccionar, y sacamos fuerzas y capacidades que ni siquiera sabíamos en nosotros.
Lo sentimos como algo absoluto, y creemos que nos enseña a relativizar todo lo demás.. pero, con el tiempo, aprendemos que también esto era relativo.
Quizá, su verdadera enseñanza, era mostrarnos una parte de nosotros que hasta entonces desconocíamos.
Saluda a los problemas, por duros que puedan parecerte, con una sonrisa. Sólo son mensajeros, y también traen buenas noticias.
